lunes, 31 de mayo de 2010

La fiesta del sombrero...

El viernes tuvimos la fiesta de el sombrero, fue una super reunion, fuimos casi todos los jovenes que siempre vamos, pero no los que quisieramos que fueran, total la idea era que cada uno llevara un sombrero de forma original y peculiar, y precisamente cada uno llevo uno original, por ejemplo Samuel llevo uno en forma de Lampara...
Ricky lelvo un sombrero con un campo de futbol, desfortundamente no le pudimos tomar una foto porque sufrio un pequeño accidente por el camino, Andrea hizo uno super creativo y ademas de eso fue hecho en el camino a la fiesta, es decir, que tiene mas merito que el de los otros, aunque hubo muchisimos que realmente estaban bien hechos...

Nuestro amigo Fabio llevo uno con motivo de los caballeros del Zodiaco, bastante interesante...

El mio si que es unpoco fuera de lo común, es en forma de avión, la verdad si que es un poco fuera de lo común, a decir verdad creo que fue el mejor...


Pues por algo gano, no??, pues si es muy bueno mi sombrero, si gane y todo el mundo estuvo de acuerdo con eso...


Una de las mejores cosas fue cuando encontramos las figuras de Charles Chapplin y Betty Boop, mucho mejor aun cuando Samuel y Ricky se sacaron esta foto, es que se van a mear de risa...


Super buena no?? tambien tuvo su momento Charles Chapplin pillado sacandose los mocos...


Esta es mejor, jajaja.

Bueno pero todavia no ha llegado la mejor de todas las fotos, como siempre digo, las que se hacen imprevistas son las mejores, por ejemplo esta que vamos a ver, es muy de imprevista, sino lo creen solo miren la cara de Ricky que siempre esta con la sonrisa en la cara y esta vez parece a Charlie en la fabrica de Chocolates, jajaja...


Bueno el momento mas esperado ha llegado a ver quien gana el concurso de los sombreros.

Andrea y Ricky pensaban que lo marron era una barra de pan, para la muestra de un boton, trataron de comersela, la primera Andreita, jajaja...


Luego se sumó Ricky quien tambien creyó que era pan y se lo estaban peleando...


Y así termina otro día mas en la vida de los JAS de Castellón, una fiesta mas para el recuerdo y para hacernos recordar quienes somos y porque somos JAS.

Un saludo a todos los que esten leyendo esto, eso quiere decir que alguien me sigue, que bueno!!!.

jueves, 6 de mayo de 2010

Memorias de un Vampiro


12 de julio de 2009

6 de la mañana

A veces entro en su dormitorio. Espero inmóvil en el rincón más alejado de la cama oculto por la penumbra, observándole mientras duerme. Aún no he tenido ningún tipo de contacto físico. Estoy fascinado. Me limito a estudiar su comportamiento y gustos. Hoy no me he podido resistir y me he atrevido a tirar un poco de la sábana que le cubría deslizándola hasta la cintura. Necesitaba ver su cuerpo. No sé qué me ocurre, pero constantemente pienso en él.

Está allí tumbado boca arriba, su pecho se mueve relajadamente al ritmo de la respiración. La ligera sábana que cubre su cuerpo desnudo hasta la cintura, dibuja a la perfección la forma de su sexo. Desearía tocarle, pasar la mano por su piel, por encima de la fina tela que cubre el mayor objeto de mi deseo, de mi ambición. Aún no estoy preparado.


Recuerdo la noche en que nos cruzamos. Paseaba por el parque, ya entrada la noche. Su silueta apareció entre unos arbustos. Una segunda salió tras él mientras reían ahogadamente. Al instante me sentí atraído. Tenía la camisa desabotonada y se abrochaba el cinturón. El otro hombre se acercó a él y le susurro al oído.

-Me ha encantado, tal vez quieras repetir.

-Claro, ya nos veremos por aquí otro día. -dijo distraídamente colocándole la mano sobre el hombro, y con una palmada a modo de despedida le dio la espalda y se alejó caminando mientras se abotonaba la camisa.

Comencé a seguirle. Su sombra proyectada sobre el suelo por las farolas se encogía y alargaba hasta casi tocar mis pies. Caminaba deprisa con la camisa pegada al cuerpo por el calor de la noche estival. Su pelo corto, de color castaño, reflejaba anaranjados destellos de luz.

Sentí que la tormenta se aproximaba. A lo lejos, entre los tejados de los edificios, estallaban los relámpagos, que iluminaban por décimas de segundo el cielo. El viento, cargado de electricidad estática, cambió de dirección y los primeros goterones de lluvia chocaron contra el asfalto levantado el calor acumulado durante el día. Un trueno retumbó encima de nosotros y las nubes dejaron caer de golpe la lluvia. Alguien desde cualquier ventana podría haber visto a dos figuras corriendo bajo la cortina de agua.


Sigue dormido, me gustaría echarme a su lado pero tengo que irme. Está a punto de amanecer y no quiero arriesgarme a que me vea. Todavía no. El sol no me va a matar; ese es uno de los tópicos que nos rodean, como tantos.

Las cortinas se agitan suavemente por la brisa nocturna y lentamente me descuelgo por la ventana y me alejo de mi obsesión.


14 de julio de 2009

8 de la mañana

Hoy lo he vuelto a ver. No me lo puedo quitar de la cabeza. Lo he esperado en el portal de su casa hasta que ha salido. Llevaba el pelo mojado y unos jeans, camiseta roja y zapatillas deportivas blancas. Se ha detenido en la misma puerta y ha encendido un cigarillo antes de empezar a caminar.

Lo he seguido hasta que ha llegado a un bar. Allí se ha encontrado con conocidos que lo han saludado efusivamente. Es un hombre querido por los demás. Se nota en la forma de actuar de los otros ante él.

Entre el barullo de la gente he conseguido acercarme lo suficiente como para enterarme de su nombre: Abel. Parece una ironía, pero hasta eso lo hace más atractivo y consigue que lo desee aun más. Abel…

Hace demasiado tiempo; tanto que casi me cuesta recordarlo, mi maestro me dijo que mi nombre no tenía traducción para los humanos, pero si la hubiera tenido, ésta habría sido Caín. Y ahora, justamente ahora, cuando está cerca la hora final, me encuentro con Abel y siento que no podré luchar contra él. He leído demasiadas veces esa historia. Esta vez no quiero ser el verdugo. Abel…

Creo que me ha visto. Sus ojos se han posado en mí y se han detenido durante un momento en los míos. Ha dibujado una especie de sonrisa con ellos; es difícil de explicar, pero su boca no se ha movido, solo han sido sus ojos, que luego han bajado hasta el suelo y al instante han vuelto a la reunion en la que estaba sumergido. Desde ese mismo momento he notado algunas miradas de soslayo hacia mí. Me cuesta enfrentar su mirada. Posee algo poderoso que me hace desfallecer. He tenido que hacer como que leía el periódico. Pasará por mi lado cuando salga. No sé si desde ahora podré ser tan invisible ante él. Creo que se ha dado cuenta de mi existencia. El pensamiento de su cuerpo semi cubierto con una fina sábana de hilo se vuelve a colar en mi mente y siento subir un calor poderoso desde mis pies. Nunca he sentido una debilidad así. No la quiero, pero es inevitable.

Al salir del bar, ha pasado junto a mí y me ha tocado con el codo la espalda. He sentido como un arañazo caliente sobre ella. Me he vuelto sin poder evitarlo y me he encontrado con esos ojos castaños fijos sobre los míos. Ha hecho ademán de hablar, pero se ha detenido al instante. Quizás mi mirada fría lo haya hecho pensárselo dos veces. No he dicho nada. No puedo. Definitivamente se ha fijado en mí y desde ahora tendré que ser más precavido con él. Se ha dado la vuelta y ha salido del bar. Mi único pensamiento ha sido que no puedo seguirle más, que me tengo que quedar en el bar hasta perderlo de vista. Una suerte de pena me invade.

Al instante lo vuelvo a ver entrar. Se acerca a mí, con la panda de amigos esperándolo en la calle y me habla.

-¿Te conozco? –Pregunta a bocajarro.

Mi boca no acierta a articular palabra. Esto se sale de mi guión.

-Quizás me hayas visto alguna noche. –Contesto enigmáticamente.

Él se queda pensativo durante un instante y de repente sonríe.

-¿En serio? No lo creo. Me acordaría de ti. –Dice.

-¿Tú crees?

-Y tanto. –Si la luz matara a los vampiros, la de su sonrisa me fulminaría al instante. Me armo de valor y doy un paso inesperado para mí.

-Yo sí me acuerdo. Cada día.

Su rostro cambia la expresión de inmediato. Puedo advertir su confusion.

-No, no lo puedo creer. Estoy seguro de que me acordaría. Además, no tengo tanto como para olvidar. –Dice con voz casi preocupada.

-No he dicho que te tengas que acordar tú, Abel. –He pronunciado su nombre con toda la intención. El juego ya está en marcha. No hay vuelta atrás.

-¿Quién eres? –Pregunta casi implorante.

-¿De verdad quieres saberlo? –Le contesto.

-Pues claro. Dime, por favor.

-Te he visto alguna vez y hoy te he encontrado aquí. No he podido evitar fijarme de nuevo en ti. Por eso sé tu nombre. No pienses que te ando espiando. –Le explico.

-Espero que no seas un chalado de esos. No tienes pinta. –Dice esbozando una ligera sonrisa.

-Tranquilo, soy peor que todo eso. –No sé sonreír, pero procuro dedicarle una de las miradas más enigmaticas que tengo. Creo que lo convenzo por su expresión de alivio.

-Soy Abel… bueno, supongo que ya lo sabes. –Me dice.

-Encantado Abel. Es todo un placer para mí. No sabes cuánto.

Puedo notar una especie de mirada de deseo en su rostro. He apostado fuerte con esta afirmación y creo que él ha caído.

-Te digo lo mismo. –Musita. -¿Cómo te llamas tú?

-¿Te vale Caín? –Pregunto no sin cierta malicia. A pesar de mi frialdad, por dentro me siento débil y sin fuerzas.

Él ríe. Su risa es cálida y franca. Me siento debilitar aun más.

-Caín y Abel. –Vuelve a reír. –Vale, vale. Me parece bien, Caín. –Y posa su mano sobre mi hombro. Arde.

Ya no puedo seguir. El juego me ha dejado exhausto. Uso uno de mis viejos trucos aprendidos y lo hago mirar el reloj para que vea la hora equivocada.

-¡Dios! ¡Qué tarde! –Exclama. -¿Cómo ha podido pasar tanto tiempo? Hoy llego tarde al trabajo. Me tengo que ir corriendo. ¿Nos volveremos a ver? –Su mirada es casi de súplica.

-Te espero esta noche en el parque. Al lado de la estatua del ángel a las doce. –Digo sin más.

-Esta bien. Nos vemos allí. Me tengo que ir… Caín. –Por la entonación entiendo que no se cree mi nombre. No importa.

-No faltes, por favor. –Le respondo.

-Allí estaré.

Se vuelve sin dejar de mirarme hasta el ultimo momento y sale a toda prisa del bar. El tiempo es algo relativo. A mí me queda poco… o mucho hasta la cita de esta noche. Me tengo que preparar. Mi inquietud es demasiado grande. Quedan horas. Quedan siglos…

martes, 15 de diciembre de 2009

Amor incondicional


Ha pasado más de 5 meses desde que decidí entregar mi vida a Dios, fue una decisión que la tome porque estaba cansado de perder a todas las personas que amaba, porque quería acabar con la persona tan cínica, egoista y orgullosa que vivía en mí.

Gracias a muchas personas que llegaron a mi vida y me enseñaron que las cosas materiales no tenian sentido si no sabiamos lo que realmente teniamos y que sin la ayuda de nuestro padre celestial, no somos nadie.

Es increible como una oración tan pequeña y un simple gesto puede causar tan grande transformación en uno. Sin embargo, no quedaba todo ahí, tenía que crecer en su palabra y aprender cada día que este mundo espiritual va más alla de todo lo que conocemos, son principios diferentes a los cuales estaba acostumbrado.

Aprendí que mi proposito debía ser intentar cada día constituirme como un hombre de verdad, que asuma todas sus responsabilidades y tome una actitud de líder en su familia y las personas que ama. Esta enseñanza me ha traído hermosas bendiciones.

Me he reconciliado con algunos amigos que heri en el camino. Dicen que ahora proyecto una nueva persona y espero que sea así porque por dentro así lo siento desde el fondo de mi corazón.

Otra cosa importante que he aprendido es sobre el Amor Incondicional, según la palabra el Amor no es un sentimiento sino un mandamiento por tanto es una actitud que se origina en una decisión. Este tipo de Amor es mucho más puro y sublime que el enamoramiento común por una pareja. Y bueno he decidido ponerlo en practica con todas las personas que quiero.

He decidido amar sin esperar nada a cambio. Mi fe me permite tener la esperanza que Dios me dará bendiciones muy hermosas.

Ahora para mi solo se trata de amar incondicionalmente porque lo siento así. No voy a abandonar nunca a las personas que amo, porque Dios así lo manda y así lo deseo.
Gracias padre mío por esta madurez, se que me falta mucho por caminar y tu iluminaras mi camino y me daras sabiduria.

Te amo padre mío. Cuida y protege a todas las personas que amo y permiteme poder estar siempre presente cuando me necesiten.

Hoy quiero agradecer a esas personas que aunque no estan a mi lado y las que estan se van yendo una a una, pero quiero que sepan que siempre estaré agradecido por lo que han hecho y lo que hacen por mi, Jeff, Tranner, Randall, muchas gracias por todo.

Cuidense mucho, Jeff gracias por todo y por ser como eres, y porque has estado en los momentos que he necesitado, Randall, tu siempre serás un gran amigo aunque estes lejos, y que decir de Tranner, el gran Bam Bam, muchas gracias por todo y como alguna vez me dijiste, no te olvides de mi, ni ninguno de los tres, por favor, sean siempre como son.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Un Samaritano Moderno


Una mujer llamada Ana Smith llegó al hogar de una familia muy pobre en donde el jefe de la familia estaba enfermo sufriendo agudos dolores. La mujer entró a visitar este hogar con el propósito de hablarles algo acerca de Cristo. Pero el hombre de muy mal talante dijo a la mujer: “No quiero que nadie ore aquí ni lea la Biblia, pues no creo en ninguna de estas cosas.”

Inmediatamente Ana Smith aseguró al hombre y a la esposa afligida que haría algo para ayudarlos, y se fue para conseguir provisiones y ropa para la familia.

Cuando la señora Smith regresó, el hombre que bruscamente le había prohibido que orara o leyera la Biblia le dijo: “Léame por favor la historia del Buen Samaritano.” La señora Smith lo hizo con gusto, y cuando terminó de leer dijo el enfermo: “He visto muchos sacerdotes y levitas, pero nunca antes había visto un buen samaritano.” La amargura del hombre y sus prejuicios desaparecieron por causa de una buena acción de una cristiana.—Arnold

Lerı́n, A. 500 ilustraciones

No intentemos hablar de Cristo sino estamos listos para hacer algo demostrando el amor de Dios. Muchos son los que predican y hablan pero pocos son los que viven un mensaje palpable. Conviértete hoy en un Samaritano y la gente responderá dando su corazón a Dios.

Pero cierto samaritano, que iba de viaje, llegó adonde él estaba; y cuando lo vio, tuvo compasión, y acercándose, le vendó sus heridas, derramando aceite y vino sobre ellas; y poniéndolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un mesón y lo cuidó. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al mesonero, y dijo: “Cuídalo, y todo lo demás que gastes, cuando yo regrese te lo pagaré.” ¿Cuál de estos tres piensas tú que demostró ser prójimo del que cayó en manos de los salteadores? Y él dijo: El que tuvo misericordia de él. Y Jesús le dijo: Ve y haz tú lo mismo.Luc 10:33-37

miércoles, 6 de mayo de 2009

Hoy... No Olvidaré Que Soy Una Piedra Viva.


“Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo” I Pedro 2:5.

Aún las piedras tienen una función y un propósito en las manos del arquitecto… Aun mi vida tiene función y propósito hoy en las manos del gran Arquitecto. Hoy puedo recordar la ilustración del libro Las piedras hablan la cual menciona el hecho de que las piedras de un hermoso templo dijeron a sus fieles afligidos: “Venimos del monte; el fuego y el agua nos formaron a través de las edades, pero solamente nos hicieron peñascos. Manos humanas nos cortaron para tenernos en este lugar donde contribuimos a la adoración de Dios. Aquí estamos gozándonos con las lecciones que se dan en este lugar acerca de nuestro Hacedor.

Hemos pasado por muchas vicisitudes para llegar a ocupar este puesto. La pólvora poderosa, destrozó nuestro corazón, las mazas de los picapedreros nos han quebrantado por todos lados; todo parecía sin objeto ni significado cuando nosotros estábamos en la cantera. Bárbaramente fuimos cortadas en bloques; algunas de nosotras cinceladas con instrumentos muy finos, pero estamos aquí completas, cada una en nuestro lugar de servicio. Vosotros seres inmortales, que tenéis que habitar en una región superior, estas todavía en la cantera de este mundo. No estáis terminados, y por lo tanto a vosotros, como a nosotras, muchas cosas os son inexplicables. Pero todo lo comprenderías cuando estéis en el templo celestial, levantado no por manos humanas, sino por el mismo Dios.

Hoy, lo recuerdo, El Apóstol Pedro lo dijo, Vosotros sois piedras vivas y piedras que por ser vivas tenemos un propósito, para ser edificados como casa espiritual y sacerdocio santo. El Señor aún cortará cosas que no nos permiten encajar dentro la unión perfecta de su casa espiritual y de su sacerdocio santo. Esto quizá duela un poco o mucho, pero lo más importante es ver realizado el propósito de Dios en nuestra vida. Pedro dice a demás que somos piedras vivas para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. Hoy, quiero ver con mis ojos espirituales esa función de piedra vida que tengo en la casa de Dios.

“Señor. Gracias por fijar tu vista en mi y sacarme de la cantera de este mundo donde solo era un peñasco sin propósito ni función definida para convertirme en una piedra…una piedra viva con función. Hoy, quiero ver tal función y no solamente verla pero ejecutarla con confianza y seguridad. Quiero ofrecer con mi vida sacrificios espirituales aceptables por medio de Jesucristo.

Señor, recibe estos sacrificios aceptables. Amen

Hoy... Recordaré que Soy Un intercesor.


“Así que, lejos sea de mí que peque yo contra Dios cesando de rogar por vosotros; antes os instruiré en el camino bueno y recto”.
I Samuel 12:23.

Hoy no olvidaré que uno de los más gloriosos propósitos que Dios tiene para mí como cristiano es que yo llegue a ser un intercesor.

¿Quién es un intercesor?

Indudablemente es alguien quien por su misión de orar por otros hace que esos otros sean bendiciendo.

Hoy, no puedo olvidar que el mejor modelo de intercesor es Jesucristo mismo. Él es el intercesor perfecto, pero el privilegio de ser intercesores se nos ha dado a nosotros sus seguidores. Moisés intercedió por su pueblo Israel y logró la bendición de Dios para ese pueblo.

Intercesor es alguien que interviene por otro, o intercepta a otro , o clama por otro.

Hoy recuerdo muchas personas quienes han sido verdaderos intercesores por mí. Muchas veces se que bendiciones han llegado a mi vida por el intercesión de otros. No puedo ser egoísta y no hacer mi papel de intercesor en este día por muchos quienes hoy están solos, tristes y deprimidos. Se que el Señor está buscando aún intercesores y él se deleita cuando encuentra una persona para bendecir a otros. Hoy mi actitud necesita ser igual a la de Samuel quien pudo decirle al pueblo. “Lejos sea de mi que peque yo contra Jehová cesando de rogar por vosotros”. Si, es un pecado no interceder por otros cuando lo necesitan y ser uno que simplemente quiere ignorar las necesidades de otros.

Pablo fue un gran intercesor cuando escribiendo a las iglesias les menciona en sus carta que él no cesa de rogar por ellos.

Si alguien en alguna época de mi vida ha intercedido por mi, porque no dar un paso en esa misma dirección, sabiendo que la más grande satisfacción espiritual la tendré cuando oiga el testimonio que aquel que fue bendecido y en lo secreto de mi corazón sabré que por él estuve orando. Quiero hoy tomar el camino de la intercesión para que a otros les llegue su bendición.

Señor, que impresionante parece a mis oídos tu oración de intercesión en la cruz de Perdónalos porque no saben lo que hacen…..O la intercesión tuya por Pedro cuando compartiste con él, Yo he rogado al Padre que tu fe no falle.

Señor, tu eres el modelo de intercesor. Ayúdame en este día a levantar mi clamor por otros que pasan por tribulación y angustia.

Sé que tu bendición llegará hasta ellos y sus vidas serán grandemente bendecidas porque tu eres bueno y por que para siempre es tu misericordia. Amén.

Arco iris


Cuando Fernando de Lesseps oyó que Mohamed Said, su amigo de la infancia, había sido nombrado virrey de Egipto, no perdió tiempo en dirigirse al Cairo. Ambos hombres estaban de buen humor cuando se encontraron en las afueras de Alejandría, el 13 de noviembre de 1854. De Lesseps había venido a Egipto para hablar con Said acerca de la idea de un canal que él tenía, pero no la expuso inmediatamente. En su lugar, esperó una señal de Dios. Cuando se levantó a la mañana antes del amanecer, supo que el momento había llegado. Más tarde escribió: “Los rayos del sol ya iluminaban el horizonte al oriente; al occidente aún todo estaba oscuro y nublado. Súbitamente vi un arco iris de vívidos colores extendiéndose en el cielo de este a oeste. Debo admitir que mi corazón golpeaba aceleradamente, por… esta señal de un pacto… parecía presagiar que había llegado el momento de la unión entre el este y el oeste”.

De Lesseps se dirigió inmediatamente a la tienda de Said y, antes de terminar el día, su proposición para la construcción del gran canal de Suez se había aprobado.

Puede ser que Dios no le envíe un arco iris como señal, pero su pacto con usted es seguro. ¿Por qué no mirar hoy hacia Él en busca de respuestas, tanto por las ideas innovadoras que necesita como por el tiempo preciso en el cual hacerlas?

Lo imposible se desvanece cuando un hombre de la mano de Dios se enfrenta a una montaña.
Mateo 19:26
Y mirándolos Jesús, les dijo:
Para los hombres esto es imposible;
Más para Dios todo es posible.