miércoles, 25 de febrero de 2009

La Piedra En El Camino.


Hace mucho tiempo, un rey colocó una gran roca obstaculizando un camino. Luego se escondió y observó para ver si alguien quitaba la roca. Algunos de los comerciantes más adinerados del reino y cortesanos pasaron por el camino, y simplemente giraron y pasaron al lado de la roca. Muchos culparon al rey ruidosamente de no mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo algo para sacar la piedra del camino.

Luego pasó un campesino con una carga de verduras. Al aproximarse a la roca, el campesino puso su carga en el piso y trató de mover la roca a un lado del camino. Después de empujar y fatigarse mucho, lo logró. Mientras recogía su carga de vegetales, vio una bolsa en el suelo, justo donde había estado la roca. La cartera contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo rey indicando que el oro era para la persona que removiera la piedra del camino. El campesino aprendió lo que los otros nunca entendieron.

Cada obstáculo representa una oportunidad para mejorar, si se actúa correctamente frente a él en vez de quejarse. En ocasiones el quejarse sin fijarse detenidamente nos puede hacer perder la bendición que Dios nos desea dar o la enseñanza que El desea mostrar. No nos quejemos por lo que podamos vivir, sino más bien fijémonos detenidamente qué provecho podemos sacar de cada piedra que se nos presenta en nuestro caminar. Podemos aprender tanto de cada obtáculo, por que cada piedra es una enseñanza a nuestra vida. Debemos enfrentar cada problema o situación que venga a nuestra vida con valentía. El valiente no es aquel que huye de los problemas, sino el que los enfrenta y aprende de ellos. Aprendamos nosotros a no huir nunca de nuestros problemas, sino a saber cómo lidiar con ellos. Y por supuesto dejándo que Dios sea siempre el que obre. Así podremos tener éxito en todo y seremos bendecidos en todo momento!

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